El maceral cutinita procede de la cutícula que se forma en la parte externa de diversos tejidos de las plantas. Se trata de una capa de protección, formada por las sustancias más resistentes de las plantas, de hecho es uno de los tejidos que mejor se preservan durante los procesos de transformación.

El maceral cutinita tiene, en general, un perfil largo y aserrado en uno de sus bordes. Puede presentarse más o menos repleagado debido a su orientación original y a la compactación. Su sección varía en forma y grosor.

Para su identificación también se utiliza el microscopio de luz fluorescente, aunque tiene una fluorescencia menos intensa que otros macerales del grupo.